El turismo es la tercera actividad socioeconómica más importante de la Unión Europea (UE), y representa el 21% de las personas empleadas en el sector de servicios. Más de 13 millones de personas están empleadas en industrias relacionadas con el turismo en la UE. Aproximadamente 8 millones de estas personas están empleadas en la industria alimentaria y de bebidas y 2 millones trabajan en el sector del transporte.
Si bien es importante desarrollar la competitividad de la industria turística europea, la UE también reconoce que existe el requisito de hacerlo de manera sostenible. La sostenibilidad del turismo abarca varias áreas. Por ejemplo, el uso responsable de los recursos naturales, teniendo en cuenta el impacto ambiental de las actividades (producción de residuos, presión sobre el agua, la tierra y la biodiversidad, etc.), el uso de energía ‘limpia’ y la protección del patrimonio y la conservación de la integridad natural y cultural de los destinos. La UE aborda estas áreas declarando el desarrollo del turismo sostenible, responsable y de alta calidad como una prioridad en el sector. Este requisito ha aumentado la demanda de competencias de sostenibilidad entre los empleados en el sector del turismo. Por lo tanto, los sistemas de educación y formación en turismo están siendo presionados para responder y proporcionar los conocimientos y habilidades relevantes a los empleados o aspirantes a obtener empleo dentro del sector turístico.
Si bien existen numerosas iniciativas que promueven la sostenibilidad ambiental dentro del sector turístico, estas suelen dirigirse a empresas y organizaciones, con el énfasis sobre iniciativas de eficiencia energética o reducción de residuos. Pocas iniciativas abordan el ámbito más amplio de la economía circular, lo cual es comprensible dado que la CE es un concepto relativamente nuevo y tiene sus raíces en las áreas de política ambiental y de residuos en toda Europa.